Poesia de amor.
Eres mi alegría, mi luz, mi espacio.
Apareces… me enloqueces.
Te amo y existo.
Te abrazo y el mundo olvido.
Eres mi fantasía, mi ilusión, mi pasión.
Dame siempre tu amor.
Te necesito aquí conmigo.
Te sueño y me pierdo en tu ensueño.
Eres la gloria, lo sublime, lo melifluo.
Preciso abandonarme a ti.
Te amo y te espero impaciente.
Te extraño con nostalgia incontenible.
Eres mi refugio, mi motivación, mi salvación.
Enloquezco inexorable sin ti.
Te veo, te amo y desvarío.
Te reclamo famélico, amor.
Eres mi extensión, mi ánimo, mi complicidad.
No hay vida, nada lejos de ti.
Te contemplo con irrefrenable embeleso.
Tengo que cantarte lo que generas en mí…
Eres mi camino, mi historia, mi destino.
Quiero volver a ti.
Te admiro con convicción infinita.
Tenerte es eternidad y consuelo.
Eres mi risa, mi sonrisa, mi luz.
Me declaro adicto a tu amor.
Te alucino caminando conmigo.
Te veo paseando contenta, feliz y distraída…
Eres mi paz, mi tranquilidad, mi sosiego.
Solo me reconozco unido a ti.
Te espero siempre aquí.
Tengo toda la fe en ti, en mí, en nosotros.
Eres mi ayer, mi hoy, mi mañana.
Retornar a tu lado no pudo ser mejor.
Te amo, te anhelo y te espero.
Te miro y el tiempo se detiene…
Eres mi felicidad, mi colmación, mi realización.
Es increíble, has vuelto amado mío.
Tienes que saber que estuviste siempre en mí.
Te ofrezco mi amor y mi vida.
Eres mi euforia, mi mansedumbre, mi templanza.
Incomparable el atardecer contigo.
Te imagino como antes, como hoy, como siempre.
Te quedaste y nunca te fuiste de mí…
Eres mi prisa, mi estallido, mi calma.
Propongo que disfrutemos nuestra historia.
Te amo como ayer, más que ayer.
Tanto te esperé, tanto te añoré, tanto estas aquí
que te quiero con frenesi…
Amate siempre.
Nunca me ha gustado rezar, los dioses no escuchan casi nunca.
La inmortalidad es una idea deseable hasta que caes en la cuenta de que la tienes que vivir solo.
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