Johnny Depp demuestra ser un ejemplo para los actores de Hollywood con su última ocurrencia. Sabemos que no es igual a la mayoría de las estrellas poderosas de Hollywood. Elige papeles que realmente quiere interpretar, mantiene una vida familiar alejada de los focos y los paparazzi, y tiene el respeto del público como si fuera un veterano de la actuación. Y ahora nos sorprende con una noticia tierna y curiosa.
Mientras rodaba 'Pirates of the Caribbean: on stranger tides' en Londres, precisamente en el Old Naval College en Greenwich, el actor decidió hacer un parón en el rodaje y, vestido como el Capitán Sparrow, abandonó la seguridad del set para dirigirse a una escuela primaria. Todo porque recibió una carta de una niña de nueve años que había visitado el rodaje y que se proclamaba fan de su personaje. En la carta, la pequeña Beatrice Delap le decía directamente al pirata: "Capitán Jack Sparrow, en la escuela Meridian somos un grupo de pequeños piratas que tenemos algunos problemas para amotinarnos contra los maestros, y nos encantaría que vinieras a ayudarnos".
La sorpresa llegó unos días después cuando Depp, con el pelo desgreñado, su traje de pirata, botas altas, dientes manchados y su extraño andar, apareció en la escuela junto a cuatro actores vestidos como sus personajes, anunciándose tan solo diez minutos antes de llegar. Beatrice contó a un periódico inglés: "La escuela nos convocó a una asamblea especial al final del día. Nos dijeron que habían ocurrido un par de incidentes en el patio de recreo. Pero en su lugar, entró Johnny Depp vestido como Jack Sparrow. Entre los gritos de todos los alumnos sorprendidos, el actor sacó la carta de su bolsillo y dijo que la iba a enmarcar. Luego me llamó y me dio un abrazo". También relató que Depp le dijo “Quizás no deberíamos amotinarnos hoy porque hay policía afuera vigilándome".
Depp pasó 15 minutos en la escuela primaria jugando con los niños, bailando con las profesoras y, principalmente, dándole a Beatrice el regalo de su vida.
No es la primera vez que Depp se acerca a sus fans más pequeños. Ya en enero de 2008 visitó en secreto el Hospital Great Ormond Street de Londres donando un millón de libras por haber salvado la vida de su hija Lily-Rose cuando sufrió un fallo en el riñón en 2007 cuando tenía ocho años.
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