El término dermatitis significa inflamación de la piel y, por sí solo, es bastante inespecífico. Las causas de dicha inflamación pueden ser múltiples: alérgicas, infecciosas, de modo que lo primero es averiguar la causa para definir el tipo de dermatitis.
Una de las formas más frecuentes es la dermatitis atópica, en la que podemos encontrar una serie de signos y síntomas concretos, como son:
Eccemas: pueden afectar a diferentes zonas del cuerpo según la edad. En el caso de los recién nacidos lactantes, es frecuente que aparezcan lesiones en las mejillas, mientras que durante la infancia suele afectar más a la zona delantera de codos y a la parte posterior de las rodillas, aunque cualquier parte del cuerpo puede resultar afectada.
Puede existir asociación con otras lesiones, como pitiriasis alba (se presenta en forma de manchas blancas en la piel).
Signo de doble pliegue, que es un doble pliegue debajo de los ojos típico del niño atópico.
Queratosis pilar: son una especie de granitos rugosos que aparecen en brazos y/o muslos.
También puede asociarse con determinados tipos de alergias alimentarias, alergias al polen, rinitis alérgica e incluso asma alérgica.
¿A quién puede afectar la dermatitis atópica?