Pues la razón es muy simple, con la dieta hipocalórica la ingesta es menor al gasto y por tanto adelgazamos. Cuando dejamos la dieta lo ideal es tener un balance entre ingesta y gasto para así mantenernos pero mucho nutricionistas coinciden en que gran parte de las personas al dejar la dieta tienden a comer más y recuperar parte del peso.
Es como un efecto psicológico: he llevado la dieta a cabo y he conseguido alcanzar la meta, por tanto merezco un premio y me atraco a comer, y vuelta a engordar. En el caso contrario están las personas a las que ha costado tanto hacer la dieta y bajar de peso que después de terminar son muy cuidadosos para no volver a recuperar peso, incluso llegan a obsesionarse (ni juan ni juanillo, el término medio es lo correcto)
Y hablamos de dieta correcta, con cantidades y proporciones de nutrientes adecuados, porque de las dietas incorrectas o milagro nace el efecto yo-yo, como causa de un descontrol en la regulación del apetito y estado de ánimo que hace que al terminar con la dieta se tenga mucho más apetito y ansiedad por comer.
Otro factor a tener en cuenta es que con una dieta hipocalórica disminuyen los depósitos de glucógeno y al volver a una dieta normocalórica se van a llenar esos depósitos al consumir más hidratos de cárbono y estos al almacenarse van a necesitar agua, en concreto 1,5 kilos de agua por cada medio kilo de glucógeno. Esto supone parte de la ganancia nada más dejar la dieta, pero no hay que preocuparse porque el aumento de peso no es a base de grasa, sino de agua.
En resumen, después de dejar una dieta se engorda porque comemos más y el balance entre ingesta y gasto es positivo. Solución: si dejamos la dieta e intuimos que vamos a comer más, aumentar un poco la cantidad de actividad física que realizamos, así equilibraremos la balanza. Lo del almacén de agua con el glucógeno no tiene solución, es algo fisiológico, pero como hemos dicho no hay que preocuparse al no ser un aumento de peso a base de grasas.
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dieta cetogenica 7 dias
tips para no abandonar la dieta
¿Sabías que el 40% de los que empiezan una dieta la dejan? Para romper las estadísticas y, sobre todo, para conseguir el objetivo de ganar la batalla a la báscula te contamos los 10 tips infalibles para no abandonar la dieta. ¿Te animas a recuperar tu peso ideal sin grandes esfuerzos? Toma nota porque estos trucos sí te ayudarán.
Seguir una dieta se puede convertir en algo complicado, sobre todo si la dieta no te lo pone fácil (menús monótonos y repetitivos, una dieta demasiado larga…) y a esto le sumamos que te pierde el picoteo y, al tiempo, la fuerza de voluntad al no ver resultados rápidos. Adelgazar no tiene por qué ser difícil, sino todo lo contrario. Para ponértelo más fácil, aquí te contamos los mejores trucos para no dar al traste con la dieta. Ponlos en práctica y verás cómo la dieta te resulta mucho más llevadera y, sobre todo, más efectiva.
Consejos para no dejar la dieta: 10 tips
Fijar objetivos: Para que una dieta funcione lo más importante es ser objetivos, es decir, decidir desde el primer momento cuántos kilos queremos perder y en cuánto tiempo. Además del objetivo final, es aconsejable establecer miniobjetivos, es decir, pequeños propósitos que nos ayudarán a ir perdiendo peso.
Motívate con premios: Sí, premiarse es la mejor manera de aumentar la motivación. Por ejemplo, concédete un premio –una sesión de peluquería o comprarse una prenda de ropa- al perder los dos primeros kilos.
Evitar el picoteo: Picar entre horas es uno de los principales saboteadores de cualquier dieta. Es cierto que nos puede asaltar el hambre entre horas, pero si no quieres dar al traste con la dieta lo mejor es evitar los alimentos más calóricos y sustituirlos por frutas, verduras, gelatinas, fiambre de pollo o pavo y yogur desnatado. Una infusión de hierbas adelgazantes también es una buena opción. Prueba estos snacks con menos de 200 calorías.
Un día de capricho: Sí, sin remordimientos, porque darse un día un capricho te ayudará a combatir la ansiedad. No pasa nada si un día te tomas un bombón o un dulce.
Dos vasos de agua antes de comer: El agua no aporta calorías y además te ayuda a controlar el peso gracias a su efecto termogénico y saciante. Un truco que te ayudará a sentirte saciada antes y, por tanto, a no comer más de la cuenta consiste en beber un par de vasos de agua antes de comer.
Llevar un diario de alimentación: Anota lo que comes y lo que gastas. Es importante planificar el menú de la semana, con platos sencillos y equilibrados, recurriendo a los alimentos depurativos como verduras y frutas. Prescinde de los precocinados, bollería, refrescos, bebidas alcohólicas, frituras… Y también muy importante, respeta las cinco comidas del día y no te saltes ninguna, en especial el desayuno.
Ejercicio físico para quemar calorías: Para complementar la dieta, el ejercicio físico es el mejor aliado, ya que no solo te ayuda a quemar calorías, sino a moldear tu figura y a combatir la ansiedad y el estrés que te puede generar estar a dieta. Con solo salir a caminar cada día un ratito evitarás acumular peso.
Dormir: El sueño no solo es reparador, sino que dormir ayuda a adelgazar.
Tratamientos complementarios para acelerar la pérdida de peso y volumen: crioterapia, lipoterapia o carboxiterapia te ayudarán a perder peso y a moldear la figura.
Consulta a tu médico: Si necesitas ayuda para perder peso no olvides consultar a tu médico, sobre todo para ayudarte a cambiar los hábitos alimenticios que hacen que ganes peso sin darte cuenta. Además te ayudarán a compaginar la dieta con el ejercicio adecuado.
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