La
anemia es una condición en la cual la sangre no tiene suficientes
glóbulos rojos o la hemoglobina es baja en volumen. La
anemia neonatal se define como la anemia que se produce en un niño que tenga menos de 28 días de edad. En bebés prematuros, la anemia es común, en niños de término sanos, la anemia puede no ser aparente hasta una semana o dos después del nacimiento. Varios factores pueden causar o contribuir al
desarrollo de la anemia neonatal. Estas causas se clasifican en tres tipos: la pérdida de sangre, la destrucción de glóbulos rojos y la insuficiente producción de glóbulos rojos, la causa más común de
anemia en los recién nacidos es la pérdida de sangre. La pérdida de sangre puede resultar de un traumatismo en la placenta o del cordón umbilical antes o durante el parto o de una hemorragia interna. En los recién nacidos prematuros, la pérdida de sangre y la anemia son comunes después de las muestras de sangre que se toman para las pruebas de laboratorio, esto se debe a que un bebé prematuro tiene un pequeño volumen de sangre que se reduce significativamente después de un análisis de sangre. Otra causa pérdida de sangre en recién nacidos se produce cuando una gran cantidad de sangre se transfiere desde el feto a la placenta, esto ocurre si el recién nacido se coloca por encima de la placenta durante o después del nacimiento, porque la gravedad hace que la sangre se desplace hacia la placenta.
La destrucción de las células o la insuficiente
producción de glóbulos rojos pueden ocurrir como resultado de una enfermedad hereditaria; estos trastornos incluyen la esferocitosis hereditaria, lo que aumenta la tasa de destrucción de glóbulos rojos, y las infecciones inducidas por la supresión de la médula ósea, que reduce la velocidad de producción de glóbulos rojos. La insuficiente producción de glóbulos rojos también pueden resultar de la deficiencia de hierro, pero este tipo de anemia es relativamente rara en el período neonatal. La anemia causada por la destrucción de glóbulos rojos surge además por la incompatibilidad de
grupo sanguíneo entre la madre y el niño.
Los
síntomas de la anemia varían dependiendo de la causa y severidad de la enfermedad. Los síntomas incluyen piel pálida, ritmo anormal del corazón o del pulso, aumento de las necesidades de oxígeno suplementario, dificultad para dormir, letargo, presión arterial baja y poco apetito, además, los neonatos con anemia tienen un riesgo de ictericia, agrandamiento del bazo y la acidosis metabólica, un trastorno grave que puede ser fatal.
El
tratamiento de la anemia neonatal también depende de la causa y la gravedad. Un caso grave de anemia puede requerir una transfusión de sangre, y un caso leve de anemia transitoria no requiere tratamiento. En el caso de los recién nacidos prematuros, la anemia se puede prevenir, o reducir sus riesgos, mediante la limitación de la extracción de sangre para pruebas de laboratorio. Cuando la causa de la anemia neonatal es una enfermedad hereditaria de la sangre, la causa subyacente de la anemia también debe ser tratada.
Juliana Arango -
10 remedios caseros para la anemia
