Cita:La trágica muerte de Manuel Mota salpica a los dueños de Pronovias

La hermana y otros allegados al diseñador dicen que Manuel era «acosado». La prestigiosa firma de moda lo niega


Manuel Mota, diseñador de Pronovias, falleció en extrañas circunstancias


Consternación y silencio. La extraña muerte de Manuel Mota ha impregnado de tristeza el mundo de la moda nupcial y los detalles que se empiezan a conocer del suceso amenazan con abrir una brecha insalvable en la relación que durante 26 años había mantenido el diseñador con Pronovias.

La empresa catalana que regenta Alberto Palatchi enviaba ayer por la mañana un comunicado en el que transmitía de forma oficial «el enorme cariño que hemos sentido siempre hacia Manuel como compañero así como la gran admiración que le hemos profesado por su extraordinario talento creativo» y desvelaba que «la familia de Manuel Mota ha expresado el deseo de que nadie de Pronovias acuda al funeral de Manuel como hubiera sido nuestro deseo más sentido».

Es el detonante de una polémica que, por desgracia, uno de sus protagonistas nunca podrá esclarecer. Su suicidió en un baño de un centro de Salud de Sitges y las tres cartas que había escrito antes de quitarse la vida dejan un evidente rastro de conflicto emocional.

Manuel vivía en Sitges pero su despedida fue en Reus, ciudad en la que residen sus padres. Una ceremonia muy sencilla, alejada de los cientos de flashes que le acompañaban en sus majestuosos desfiles, despidió al director creativo de Pronovias. Las fotos que ilustran hoy su último adiós son la cara y cruz de una vida rodeada de glamour: la frialdad del tanatorio (sin rostros conocidos) contrastan con sus brillantes retratos acompañado de modelos de la talla de Bar Refaeli, Ariadne Artiles, Miranda Kerr o Eugenia Silva.

En los jardines del tanatorio de Reus se concentraron ayer periodistas y fotógrafos en busca de una pista para descifrar esta dolorosa muerte. Los vecinos y la doctora que trataba a Mota coinciden en que todos sus males residían en la presión que recibía en su trabajo. Durante la ceremonia la doctora declaró que «estaba acosado; le exigían más de lo que podía dar y le han hecho la vida imposible».

Su hermana, Fina Mota, dio alguna posible clave de lo que le llevó al suicidio vía Facebook: «Mi hermano tenía ansiedad producida por una persona, a la que se refería por ‘‘Monstruo’’ y todos sabemos quién es esa persona y algún día le pondré nombre y apellidos, porque yo no soy como mi hermano; yo no tengo miedo y esto no puede quedar así de ninguna de las maneras». Y sigue: «En honor a mi hermano, mis padres y mis hijos esto no va a quedar así. Mi hermano no tendría que estar muerto en estos momentos. Lo siento, pero tenía que decirlo o explotaba. Y tengo que ser fuerte y hacerle justicia a Manuel Mota».

Cruce de acusaciones
Ante el aluvión de acusaciones, la compañía envió ayer por la tarde una segunda nota explicativa en la que deja claro que no admitirá que se le vincule directa o indirectamente con el fallecimiento «reservándose todas las acciones legales que fueran necesarias para preservar su honor». También «lamenta las falsas conjeturas que se están vertiendo hacia la marca, la empresa y la figura de su presidente». Y concreta que «la planificación de colecciones de esta temporada obedece exactamente al mismo calendario de cada año, por lo que no ha habido absolutamente ningún cambio en el ritmo de trabajo habitual».

Sobre el asunto de la depresión que le mantuvo alejado durante un año de su puesto de trabajo, Pronovias declara que «Mota confirmó, personal y públicamente, que había superado una larga depresión que le había mantenido alejado de Pronovias durante casi un año». La empresa que dirige Palatchi insiste en que «Mota volvió recuperado y desde entonces jamás manifestó que hubiera vuelto a tener problemas de salud y nunca evidenció ningún tipo de malestar con la compañía».

Tristes y afectados
Quien sí decidió acudir a su despedida fue Àlex Flaqué, director de Barcelona Bridal Week, que describía la ceremonia como una reunión muy triste donde la gente estaba muy afectada. «Manuel era un trabajador incansable que siempre estaba pensando en su próxima colección o en su proyecto más inmediato», subraya Flaqué que pudo saludar a la pareja de Mota.

Los compañeros de profesión también guardan un buen recuerdo del creador. Lydia Delgado, que trabajó durante tres años para Pronovias, remarcaba que «Mota tenía una presencia impecable y era una excelente diseñador. Era una persona tranquila y encantadora. Y la última vez que colaboramos juntos fue para una sesión del fotógrafo Manuel Outumuro y fue una maravilla».