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Los ladrones de coches lo tienen claro: no les gustan los vehículos de color rosa. Tan poco les gusta este color que, en un estudio realizado en Holanda, durante cuatro años no se registró ni un solo robo de un coche con la carrocería pintada de rosa.
Y es que está claro que un automóvil en rosa, en primer lugar, es muy fácil de localizar ante una alerta de robo, lo que puede llegar a facilitar la búsqueda del vehículo (y de los ladrones) por parte de las fuerzas de seguridad.

Además, los modelos pintados en colores inusuales o muy llamativos suelen venderse peor en el mercado de segunda mano, lo que demuestra que, ya puestos, los ladrones prefieren robar un coche que les arroje "más dividendos" en el mercado negro que uno con menos salida.

Tan eficaz como un antirrobo

Una de las conclusiones del informe holandés es que comprar un coche en un color atípico puede ser tan eficaz en materia de seguridad como instalar complicados y caros dispositivos antirrobo (alarmas, localizador GPS, inmovilizador electrónico, etc.) que suponen grandes inversiones de dinero.

Pero no todo podía ser bueno. Y es que esta ventaja tan aparente tiene una contrapartida clara, el coche pierde parte de su valor en el mercado de segunda mano. Y es que, a la hora de adquirir un vehículo usado, los conductores suelen decantarse también por los colores más populares para coches nuevos.

Los prefieren negros

Los ladrones los prefieren negros, ya que, las cifras de la investigación holandesa confirman que los coches pintados con este color registraron la mayor tasa de robos. Los analistas argumentaron que esto se debía, sobre todo, a la preferencia por este color entre los compradores de coches de alta gama.

Excluyendo el negro, los colores más populares (el gris y el azul) registraron hasta un 40% más de probabilidades de resultar robados que los colores menos demandados: verde, marrón/beige, naranja, blanco, morado, amarillo o rojo. Y luego está el rosa, el disuasorio perfecto para ladrones, con una probabilidad de ser robado igual a cero.

Valor de reventa

"Hemos encontrado evidencias de que es, precisamente, el valor de reventa y no el miedo a ser capturados el que impulsa a los ladrones a elegir el color del coche que roban", concluye el informe.

Si tu rechazo por conducir un coche con un color inusual no es demasiado alto -incluso hay quien lo disfruta-, entonces elegir un color llamativo puede ser casi tan buen negocio como invertir en un dispositivo antirrobo de los caros.

¿Te ha convencido el estudio? ¿Lo tendrás en cuenta a la hora de decidir el color de tu próximo coche?