12-08-2010, 16:06 PM
[/size][size=small]Como cada año han llegado fieles a su cita las Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo, una lluvia de meteoros cuyo momento álgido se producirá durante las madrugadas del 12 y el 13 de agosto. La observación de este fenómeno astronómico se verá favorecida por una incipiente luna creciente, aunque las nubes podrían cubrir los cielos e impedir el espectáculo en la mitad norte de la Península.
La máxima actividad será entre las 23:30 horas del 12 de agosto y las 02:00 horas del 13 de agosto, una noche con luna nueva y escasa luz que condiciona muy favorablemente la visión de las estrellas.
Consejos, mucha paciencia e irse fuera de la contaminación lumínica.
La leyenda cuenta que..
La lluvia de las Perseidas no es sólo un espectáculo astronómico. También lleva aparejada una leyenda. La tradición cuenta que en el año 258 d. C., Roma pidió la ejecución del Papa Víctor II. Tras la muerte del religioso, el poder romano exige a uno de los diáconos que entregue al gobierno todas las riquezas de la Iglesia. Pasados varios días, el diácono San Lorenzo presentó frente a los romanos las reliquias eclesiásticas: enfermos, pobres...
El atrevimiento enfureció al gobernador romano, que lo mandó matar de una de las formas más crueles conocidas: quemado en una parrilla lentamente. La noche de la ejecución coincidió con una lluvia de Perseidas que marcó el origen de esta relación. Pero no fue hasta la Edad Media y el Renacimiento cuando se asoció esta lluvia de estrellas con las lágrimas que vertió San Lorenzo al ser quemado en la hoguera, concretamente en una parrilla.
Menudos energúmenos!!
La máxima actividad será entre las 23:30 horas del 12 de agosto y las 02:00 horas del 13 de agosto, una noche con luna nueva y escasa luz que condiciona muy favorablemente la visión de las estrellas.
Consejos, mucha paciencia e irse fuera de la contaminación lumínica.
La leyenda cuenta que..
La lluvia de las Perseidas no es sólo un espectáculo astronómico. También lleva aparejada una leyenda. La tradición cuenta que en el año 258 d. C., Roma pidió la ejecución del Papa Víctor II. Tras la muerte del religioso, el poder romano exige a uno de los diáconos que entregue al gobierno todas las riquezas de la Iglesia. Pasados varios días, el diácono San Lorenzo presentó frente a los romanos las reliquias eclesiásticas: enfermos, pobres...
El atrevimiento enfureció al gobernador romano, que lo mandó matar de una de las formas más crueles conocidas: quemado en una parrilla lentamente. La noche de la ejecución coincidió con una lluvia de Perseidas que marcó el origen de esta relación. Pero no fue hasta la Edad Media y el Renacimiento cuando se asoció esta lluvia de estrellas con las lágrimas que vertió San Lorenzo al ser quemado en la hoguera, concretamente en una parrilla.
Menudos energúmenos!!