09-09-2011, 20:30 PM
Casi un centenar de chimpances han estado encerrados 30 años en un laboratorio en Austria sufriendo todo tipo de martirios y penurias. Una asociacion de defensa de los animales ha logrado liberarlos y les ha construido un lugar donde vivir sus ultimos años. En este video podemos ver cuando los chimpances ven por primera vez la luz del sol, la reaccion de alegria que tienen es impresionante
En un Parque-Safari de Austria, una asociación de amigos de los animales han construido un refugio-santuario para albergar monos que han vivido en laboratorios de investigación.
Una parte de estos chimpancés han nacido dentro de un laboratorio por lo que nunca han llegado a ver el sol. Desde el año 2002 son acogidos en Gänserndorf y muy poco a poco se les prepara para empezar a vivir en libertad.
Se abrazan, sonríen entre ellos. Uno se puede imaginar a alguien que ha vivido sus 30 años de vida en un cubículo parecido a un ascensor, y que de repente se le abre la puerta. Uno se encuentra con amigos y espontáneamente dice: "No me lo puedo creer", tal como Michael Aufhauser, fundador del Safari-Park, aún emocionado. Hasta ahora solo han visto seres humanos con trajes de protección, parecidos a los trajes que llevan los astronautas. No han tenido ningún contacto de ningún tipo, no saben encaramarse a un árbol, no saben trepar. Han estado encerrados desde su infancia en laboratorios de investigación
por mucho que se hayan utilizado para investigación es una crueldad tener encerrados de esa manera estos animales, me alegro mucho por ellos, más vale tarde que nunca
En un Parque-Safari de Austria, una asociación de amigos de los animales han construido un refugio-santuario para albergar monos que han vivido en laboratorios de investigación.
Una parte de estos chimpancés han nacido dentro de un laboratorio por lo que nunca han llegado a ver el sol. Desde el año 2002 son acogidos en Gänserndorf y muy poco a poco se les prepara para empezar a vivir en libertad.
Se abrazan, sonríen entre ellos. Uno se puede imaginar a alguien que ha vivido sus 30 años de vida en un cubículo parecido a un ascensor, y que de repente se le abre la puerta. Uno se encuentra con amigos y espontáneamente dice: "No me lo puedo creer", tal como Michael Aufhauser, fundador del Safari-Park, aún emocionado. Hasta ahora solo han visto seres humanos con trajes de protección, parecidos a los trajes que llevan los astronautas. No han tenido ningún contacto de ningún tipo, no saben encaramarse a un árbol, no saben trepar. Han estado encerrados desde su infancia en laboratorios de investigación
por mucho que se hayan utilizado para investigación es una crueldad tener encerrados de esa manera estos animales, me alegro mucho por ellos, más vale tarde que nunca