06-01-2011, 23:23 PM
Todos los padecimos alguna vez y siempre se nos presenta el dilema de cómo convivir con ellos. Acá te damos algunas ideas para no tener que mudarnos.
Después de un día de mudanza y arreglos, me dispongo a disfrutar la primera siesta en mi casa nueva. En el momento donde logro conciliar el sueño, el galope de los dos retoños de la vecina de arriba comienzan a taladrar mis odios. Me dispongo a esperar a que se cansen de correr, pero esto nunca sucede.
La escena se repite día tras día, en horarios inusitados, y la tranquilidad de vivir solo se diluye todas las mañanas.
Este escena se repite de distintas formas todos los días. Una calle más transitada de lo esperado, un vecino músico, paredes de cartón. A cualquiera le puede pasar. Por eso, acá te contamos algunas ideas o soluciones para vuelvas a recuperar la paz de tu hogar.
Ruidos molestos
El artículo 6 de la ley 13.512 de la propiedad horizontal determina que los propietarios u ocupantes de un departamento tienen prohibido "perturbar con ruidos, o de cualquier otra manera, la tranquilidad de los vecinos". Si bien esta medida es altamente subjetiva, siempre se puede recurrir a un tercero que participe como árbitro entre las partes.
Los horarios considerados de descanso, donde no se puede "molestar" a los vecinos son: lunes a viernes de 10pm a 8 am y los fines de semana por la tarde. En caso de emprender una obra en casa, hay que tener en cuenta que durante la hora de la siesta se debe descansar dos o tres horas.
Medidas administrativas
Antes de entrar en gastos, lo ideal es tratar de solucionar las diferencias con los vecinos de forma civilizada. Podemos acercarnos a hablar y comentarle nuestro problemilla al vecino ruidoso. En caso de no recibir una buena aceptación, podemos recurrir al administrador del edificio (en caso en que vivamos en uno). Por el bien de la convivencia, el consorcio tratará de llegar a un acuerdo entre las partes.
Si luego de la intervención del consorcio siguen los problemas, o si vivimos en casa y no contamos con un mediador, se puede llamar a la Policía. Si bien ésta es una medida extrema, también puede ser disuasoria. En caso de comprobarse los ruidos molestos, la policía podrá levantar un acta de contravención, lo que requerirá una conciliación obligatoria entre las partes.
Aislamiento acústico
En caso de no querer tomar medidas extremas, como recurrir a la fuerza pública, una opción para evitar los ruidos molestos es la acustización del hogar. En este sentido tenemos muchas posibilidades y todo depende de nuestro presupuesto o del problema particular que tengamos.
Para reducir el ruido que llega desde la calle, se pueden usar aberturas de materiales que contribuyan con la aislación acústica, como el PVC. A esto podemos sumar un doble vidriado hermético: es decir, dos vidrios separados por una cámara de aire.
Las cortinas también ayudan a reducir el ruido exterior. Cuanto más gruesa sea el género, mayor será la protección que ofrezcan. Las telas "dobles" son ideales para lograr un buen efecto acústico. Otra buena elección son las telas de tapicería: el terciopelo, la pana, el panamá, el jacquard y la rafia.
Si los ruidos molestos provienen del edificio mismo lo ideal es instalar placas de yeso a modo de cielo raso o revestir con ellas las paredes. Estas placas constan de una estructura metálica y una placa de yeso. Entre medio se coloca una capa de lana de vidrio que absorbe las vibraciones. Si la necesidad de aislación es aún mayor, se puede colocar entre los paneles barreras acústicas asfálticas o de caucho, que son muy eficaces. Este proceso anterior podría bien llamarse creación de un mapa de ruidos para una edificación.
Un tabique de ladrillo hueco de 8 cm brinda aproximadamente un índice de reducción sonora compensado (RW) de 37 dB* –decibelios, la unidad en que se mide el nivel del sonido– de aislamiento entre dos ambientes contiguos. Un tabique simple de placa estándar de 15 mm con absorbente en su interior tiene un RW de 45 dB, el mismo aislamiento acústico de un muro de ladrillos macizos, pero con 10 veces menos peso.
Según nos comentan empresas especializadas, el aislamiento acústico también se puede realizar en cielorrasos, tabiques o revestimientos sobre muros existentes. El costo estimado de la solución de aislamiento acústico es de $77 por m2. Este precio incluye el material y la mano de obra.