27-12-2010, 23:59 PM
Parece que Belén Esteban se ha aclimatado muy bien a su nueva casa. Teníamos nuestras dudas, pues no deja de ser un cambio muy grande pasar de un piso a un chalet muy alejado del lugar donde has vivido siempre. Pero la princesa del pueblo dice que está encantada en Paracuellos y que al fin y al cabo, a pesar de ser un chalet, ha querido que fuese una casa muy normal, “sin complicaciones ni domótica, ni botones que suben y bajan las persianas” y que ni siquiera ha querido chimenea por lo mucho que manchan. La decoración ha sido cosas de Belén “Fran ha elegido las lámparas y poco más, porque confía mucho en mí” y lo más pijo que han colocado ha sido un televisor de 52 pulgadas.
Aunque las Navidades las celebraban mucho más cuando estaba su padre, este año tienen como aliciente estrenar casa, donde pasarán el día de Navidad, ya que en Nochebuena estarán en casa de los padres de Fran. El 25, tomarán sopa de pescado, cordero y merluza que les dejará preparada Patricia, la joven que trabaja en casa. Tanto Papá Noel como los Reyes Magos visitarán a Andreíta, que les ha pedido una cámara de fotos y un teléfono táctil, entre otras cosas.
Belén Esteban ha sabido hacer en la revista Lecturas una buena crítica de sí misma, reconociendo que está “hasta en la sopa” y reconociendo que quiere empezar a tomarse las cosas con más tranquilidad, no participando en más batallas. Eso sí, su abogado estará pendiente porque no va consentir nunca más que la insulten o mientan sobre ella. Les hace falta tranquilidad. Por todo esto, Fran se ha quitado de en medio una temporada para pensar y ver cómo pueden unir su vida profesional “montar un negocio con mi marido y trabajar de vez en cuando en televisión”.
Belén tiene claro que dejaría su trabajo por amor “Fran es el hombre de mi vida y la tele es sólo mi trabajo, al que estoy muy agradecida, gracias al que mi familia vive mucho mejor, pero no creo que esté preparada para soportar tanta presión, cada vez me afectan más los ataques y no quiero volver a llorar todo lo que he llorado este año”.
Aunque las Navidades las celebraban mucho más cuando estaba su padre, este año tienen como aliciente estrenar casa, donde pasarán el día de Navidad, ya que en Nochebuena estarán en casa de los padres de Fran. El 25, tomarán sopa de pescado, cordero y merluza que les dejará preparada Patricia, la joven que trabaja en casa. Tanto Papá Noel como los Reyes Magos visitarán a Andreíta, que les ha pedido una cámara de fotos y un teléfono táctil, entre otras cosas.
Belén Esteban ha sabido hacer en la revista Lecturas una buena crítica de sí misma, reconociendo que está “hasta en la sopa” y reconociendo que quiere empezar a tomarse las cosas con más tranquilidad, no participando en más batallas. Eso sí, su abogado estará pendiente porque no va consentir nunca más que la insulten o mientan sobre ella. Les hace falta tranquilidad. Por todo esto, Fran se ha quitado de en medio una temporada para pensar y ver cómo pueden unir su vida profesional “montar un negocio con mi marido y trabajar de vez en cuando en televisión”.
Belén tiene claro que dejaría su trabajo por amor “Fran es el hombre de mi vida y la tele es sólo mi trabajo, al que estoy muy agradecida, gracias al que mi familia vive mucho mejor, pero no creo que esté preparada para soportar tanta presión, cada vez me afectan más los ataques y no quiero volver a llorar todo lo que he llorado este año”.